La línea blanca de Jesús Manuel Moreno en las Colecciones Privadas Europeas
Por Jesús Manuel Moreno Montero
Empecé a pintar la
línea blanca en 2005, a la vez que realizaba otras propuestas. Poco a poco
esta forma de entender la pintura llegó a abarcar prácticamente toda mi
producción.
En los años iniciales del milenio realicé otra serie que he
denominado periodo negro, porque en casi todos los cuadros el fondo era negro.
Yo esto lo hacía sin proponérmelo previamente, de forma que no sabía por qué lo
hacía así. De esa manera, he tenido que verbalizar muchas veces el porqué de
estas formas pictóricas, y en su análisis, he llegado a conclusiones que, tal
vez sí o tal vez no, sean la respuesta al porqué de estas formas pictóricas.
Realmente, cuando se pinta sin pretender “mejorar un estilo”, es cuando se es
verdaderamente libre. Pero pasa, que a veces, sobre todo cuando se pinta por
placer y sin someterse a una determinada clientela, que surgen periodos en los
que la forma de pintar es similar e identificativa de ciertas inquietudes.
Así pues, sobre todo cuando me hacían preguntas a este
respecto iba contestando, casi sin pensar. Pronto llegué a la conclusión que
los fondos blancos eran el resultado de la incomunicación humana en el mundo
actual. Como se puede intuir en el Cartel
en blanco, nos están poniendo delante un verdadero vacío, un cartel en
blanco, pues si todo aquello que es espiritual no existe y es pura fantasía, al
decir de lo políticamente correcto, el hombre se queda sin nada verdadero en
qué apoyarse y la relación con los demás se va convirtiendo cada día en algo
vacío de todo contenido. Así se puede observar ante la gente que espera un
autobús o en un semáforo: no se entabla relación alguna.
La línea blanca es
un retrato de la sociedad actual. Solo traslado al lienzo lo que veo en las
calles. Cada día más gente sola.
Niño pixelado. Colección privada. Meliana (España)
No obstante, recientemente observo también que se da entre
los grupos familiares algo diferente. Ciertamente cuando retrato a una familia,
es como si los espacios blancos que hay entre ellos, que realmente existen, se
llenaran de significado. Así surgen cuadros de familias tomadas a pleno sol
donde hay una relación manifiesta entre los miembros. Todos están pendientes de
todos. Es un paso más en este proceso dentro de la línea blanca.
El pintor y la modelo. Colección privada. Bétera (España)
Vamos. Colección Privada. Wormer (Holanda)
A la boda. Colección privada. Neulengbach (Austria)
A la boda II. Propiedad privada. Hoogezand (Holanda)
Homenaje a los socorristas. Colección privada. Neulengbach (Austria)
Al comenzar la jornada. Colección privada. Bourges (Francia)
El día de la madre. Colección privada. Bigliolo di Aulla (Italia)
Vendedor de ilusiones. Colección privada. Enschede (Holanda)
Los últimos de la boda. Colección privada. Wolfsburg (Alemania)
Esperando en las duchas. Llucmajor (España)
Lluvia en Stratford. Colección privada. Nijmegen (Holanda)
.
The Parade of the Changing of the Guard Buckingham Palace. Col. Privada. Londres
Es inconcebible un cuadro del renacimiento, y menos aún del barroco, sin su paisaje de fondo, o un impresionista sin el colorido de sus manchas de fondo.
ResponderEliminarLo asombroso y bello de la "línea blanca" es que sin esos fondos se consigue expresar mejor la intención del autor en cada cuadro, la acción queda realzada por ese blanco que lo limita todo; la maestría del dibujo de cada elemento hace que no quedes indiferente ante situaciones tan cotidianas.
Magnífico, Jesús, ya me gustaría rellenar mi casa con unos cuantos de estos.
Ser uno mismo y creer en uno mismo... Es más, creer en lo que haces es un posicionamiento sicológico y artístico que todo creador estético debe interiorizar aunque sea aplastando timideces e inseguridades.
ResponderEliminarPersonalmente me está dando una enorme alegría constatar que en la trayectoria pictórica de Jesús Manuel se está haciendo fuerte la encantadora combinación que consigue entre la finura del color, la insinuación sicológica y el contexto social.
Los fondos más o menos blancos ( o vacíos) ya no me importan tanto porque Jesús Manuel ya ha definido una metodología interna de manufacturar el contenido , los prrsonajes plasmados , que consigue que el observador no se canse de mirar el cuadro. Que incluso busque un algo por descubrir en el color tan bien ponderado de cada personaje...
Decir que no hay color con otros pintores puede ser una expresión facilona. Pero sinceramente pienso que la obra de Jesús Manuel consigue esa genialidad de marcar una identidad y originalidad distinta.
Ojalá su producción artística siga haciendo disfrutar a sus seguidores entre los que me incluyo admirado de su capacidad y talento.
Alberto Baez.